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Vida y milagros de Funcionarios Sevillanos

Este es el cuaderno de bitácora de una oficina de funcionarios situada al Sur de la Península Ibérica, del Ministerio más importante para el Estado.

Nombre:
Lugar: Sevilla, España, Spain

30.11.04

Día 40, La vuelta

Hemos estado unos días ausentes, una distensión de ligamentos de la mano izquierda no ha permitido nuestra asistencia al centro laboral en estos últimos veintiún días, y por más que lo hayamos intentado, desde casa resulta casi imposible contar cosas de la oficina, parece que es otro mundo, se olvida uno con gran prontitud de las anécdotas del día a día que con tanta facilidad aparecen en estas páginas...

Pues sí, este que ahora les escribe ha estado la nada desdeñable cifra de 21 días de baja por una caída de la “burra”, lo mejor de todo es que estaba esperando la aparición en el “boletín” del nombramiento, hecho este que se podía haber producido en junio, en julio, en agosto, en septiembre, en octubre, y hasta en los primeros 10 días de noviembre, bueno pues no, va y se produce justamente cuando yo acabo de caerme, y joderme la muñeca, y como estando de baja no se puede tomar posesión, pues aquí me ven uds. pidiendo el alta el viernes, viniendo a firmar la toma de posesión y volviendo a pedir la baja el lunes, creando la ficción jurídica de que estaba en alta en el momento de la toma de posesión, y posteriormente he tenido una recaída, valga la redundancia, a ver como se lo explican uds. esto a un médico que para más surrealismo es brasileño... y no juega en el barça.

En estos días hemos conocido que la sustituta del informático ha quedado en estado, y podríamos preguntar que estado es ese, es que acaso antes estaba sin estar, como Santa Teresa, bueno es una forma de hablar, en fin que se ha decidido a traer una criatura o más, que eso no se sabe hasta la primera eco, a este mundo, seguiremos informando. Igual le creamos un blog y todo, si alguien se anima...

8.11.04

Día 39, La reeeelaaaaajaaaacioooon

Por fin ha salido el sol dos días consecutivos, porque llevábamos una rachita que vaya tela, ahora estamos de mejor humor, se nos nota en la cara, parece que nos hubiesen cambiado el chip, por fin el Sevilla no gana, y FMGP está contento con ello, aunque el Betis tampoco lo haga, mal de mucho consuelo de tonto..., de males seguimos casi igual, la Srta. Mer. de baja con situaciones de ansiedad insuperables, y comienza a haber un tufillo a fiestas que no se puede evitar, y realmente este es el motivo de tanta alegría y alboroto, se empiezan a vislumbrar los megasuperacueductos que algunos harán en diciembre, aunque con los pocos que estamos mejor será cerrar la oficina, que casi seguro que nadie se queja.

Entre tanto vamos haciendo cábalas para repartirnos el gran número de fiestas, y podría ser mejor, pero el 25 y el 1 caen en sábado, que no se trabaja pero es laborable, esa util diferencia para el cómputo de días administrativos..., que a los funcionarios en estas ocasiones tanto nos fastidia.

Y así estamos, porque así son las cosas, relajaditas, sin tensiones, distendidas y sin mucho que hacer, que eso si que es bueno.


3.11.04

Día 38, Chica nueva en la oficina

Tenemos chica nueva en la oficina..., y aunque parezca un tópico, no viene para quedarse, que va, viene para marcharse, está de prácticas, y la verdad muchos nos preguntamos prácticas de qué?, práctica de una hora de desayuno? Tal vez, práctica de no hacer ni el güevo? quizás, práctica de entrar a las tantas y salir antes de entrar?, a lo mejor hasta para eso hacen falta prácticas...

Lo cierto y verdad es que está aquí y hemos de enseñarle todo nuestro trabajo, aunque este sea ínfimo, y casi imperceptible, como esos pequeños matices que hacen que un Picasso sea magnífico y no un bodrio que se vende en los mercadillos a 50€, en nuestra oficina se respira un aire viciado por el tiempo, pareciere que lleváramos aquí casi una eternidad, cuan caballeros inmortales salvaguardando el Santo Grial, se respira un aire de resignación ante la fatalidad, ante la fatalidad de saber que de aquí no se mueve ni Dios, que no hay esperanza alguna de promoción real, que nos quedan taitantos años para jubilarnos, como si fuera una condena a hacer durante todos esos años exactamente lo mismo que hoy, que ayer, que antes de ayer...

Y así son las cosas en nuestra oficina un día como hoy que llueve tras de los cristales, llueve y llueve, y el cielo es gris, un gris plomizo, como el color del mar cuando está sucio, un gris que es mediocre y que transmite una pesadumbre que enfermiza...