Día 43, La bomba
Pues bien, el lunes siguiente, es decir, el siguiente día laborable para nosotros, de nuevo, otro aviso de artefacto explosivo, a la misma hora, con el mismo correr por los pasillos, algunos con el miedo en el cuerpo y otros con la sonrisa de creer que era una broma, y ahora viene lo mejor, comienzan los comentarios de cuando sí pusieron artefactos en este edificio en los años ochenta, que uno si explosionó, pero que el otro fue cachondo, porque llamaron para avisar al portero mayor, que entonces vivía en esta oficina a las 4:30 de la madrugada, y este respondió con total naturalidad, “… quillo tu sabes la hora que es, so hijoputa, si quieres avisar de una bomba, llama a partir de la 7:30, y deja dormir tranquilo so mamon…” volviendo a dormir, el susodicho portero, y el que avisaba de la colocación del artefacto volvió a llamar a las 7:30, y esta vez sí le respondieron con el procedimiento estándar, vinieron los artificieros, y desconectaron un artefacto explosivo de una de las ventanas del edificio, eran otros tiempos, hasta los terroristas tenían sentido del humor… bueno pues eran los GRAPO.
Ahora el sentido del humor debe tenerlo algún contribuyente cabreado que tenía cita estos días y le venía muy mal.
Feliz año nuevo a todos.
P.D. Al final no explotó, y todos pasamos al menos dos horas de desayuno, incluso alguno no ha vuelto aún...