Día 67, Tiempo.
Las vacaciones ya están al caer, inevitablemente el tiempo transcurre firme y contundente, nunca da un paso atrás, es curioso como este elemento es invariable, se ha convertido en una constante, aquí en la oficina no ha habido grandes cambios, tan sólo un poco de neurosis por parte de algún miembro que aún está rumiando la última patada en los “güebs”. Todos sabemos cual va a se su actitud a partir de ahora, tras de su conversación con el Cherife, aunque no diga nada porque lo sabe todo, todos sabemos como se va a poner de “lo suyo”.
Hay eso, si, una criatura que si está sufriendo una transformación, a pesar de que le quedan dos telediarios, parece que ahora a la vejez viruela, se va a tomar en serio eso de venir a la oficina, se va a tomar en serio eso de la jefatura de servicio, en fin, que se va a tomar en serio, como si quisiera dejar bien alto el pabellón, su cargo y responsabilidad, estamos hablando de Super Email, que ahora que le quedan menos de seis meses para marcharse y no volver, ahora va y se le sube a la cabeza eso, y está todo el día que haz esto, que si aquello, que si lo de más allá, precisamente ella, que siempre se había distinguido por un escepticismo total sobre la oficina, la verdad es insufrible.
Inevitablemente el tiempo transcurre firme y contundente, y no podemos evitarlo, se nos va de las manos y no encontramos aquello que estamos buscando... estamos vivos, que no es poco.