Día 37, Marnie ...

No se lo van a creer, pero ha vuelto a suceder, como en una de las mejores películas de hitchcock en nuestra oficina ha actuado, de nuevo, marnie, no sabemos quién es, no sabemos su sexo, ni su afinidad, ni el método que utiliza para entrar y salir, tan sólo sabemos que entre las 14:40 horas del lunes y las 08:40 del martes ha actuado, y el botín de esta ocasión ha sido una flamante pantalla plana de 15”.

La ha sustraído de un despacho de la primera planta, en concreto del despacho de la Superintendente M. la cosa tiene miga, porque en un edificio en el que nadie entra ni sale sino por una puerta vigilada con dos cámaras de vigilancia permanente, con al menos un vigilante de seguridad y que fuera del horario “comercial” se necesita autorización especial para la entrada, ocurra lo que ha ocurrido por enésima vez...

En fín, de momento los responsables se están dedicando a taparlo, a procurar que nada salga a la luz, vaya a ser que se velen como los carretes en el cuarto oscuro por revelar... estas son las cosas que aún permanecen perennes del antiguo régimen, en que el corporativismo, el miedo y el “honor” impedían depurar responsabilidades hasta donde estas lleguen, tiempos en que si alguien metía la mano donde no debía en vez de denunciarlo y expulsar al fulano/a, se le tapaba, se le daba un cargo mejor, con un específico más gordo, con más nivel, y al administrado se le decía que había sido un fallo burocrático...

En fín que parece que vamos a tener unos cuantos días entretenidos entre dimes y diretes, entre que ha sido fulano/a o mengano/a, y a todo esto con otra subida del 2% y los sindicatos tragando, y más callados que en misa, como diría el matamilitarestrillo “...manda güevos...”.