Día 30, El desierto de la capital

Nos hemos movido un poco para desplazarnos este puuueeennnnteeee hacia la capital del reino, y para nuestra sorpresa nos hemos encontrado una capital desierta, mientras nosotros penetrabamos de forma casi furtiva y en solitario en la capital, casi todos, el resto del mundo se disponía en interminables colas de vehículos a salir de la misma, parecía una estampida en medio de la trundra.

Desierto, ese es el mejor calificativo para definir esta ciudad este fin de semana, está vacía, El Prado está vacío, El Reina Sofía está vacío, la ciudad entera está vacía, y sin embargo hay algo que lo llena todo, quizás sea ese vacío en sí mismo.

Bueno, y ustedes se preguntarán que hacemos aquí, pues en realidad lo de todos los días, es decir, NADA, simplemente estar con unos amigos, y poco más. hemos visitado diversos museos, y algunas pinacotecas, así como hemos desfilado por delante de la fachada del edificio que cobija el ministerio, con una sonrisa en la boca...

Nos hemos parado en la puerta de la Secretaría de Estado que nos abraza bajo su manto, y nos hemos acordado de todos los H.P. que hay dentro, aunque en realidad, la mayoría deben estar ahora de vacaciones, en fin, que nos hemos paseado a nuestras anchas por la capital, puesto que se puede circular con facilidad.

Las próximas noticias serán desde otro lugar...