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Vida y milagros de Funcionarios Sevillanos

Este es el cuaderno de bitácora de una oficina de funcionarios situada al Sur de la Península Ibérica, del Ministerio más importante para el Estado.

Nombre:
Lugar: Sevilla, España, Spain

26.7.04

Día 24, El Verde

El verde significa esperanza, la esperanza es lo último que se pierde, y aunque estamos en una oficina sin esperanza aquí esperamos con esperanza que lleguen las 14:30 para picar billete y no volver hasta el día siguiente, que es lo único que si sabemos nos va a esperar.

Pero el verde también es un color bello, tal y como nos narra desde algún lugar de la España Verde nuestra compañera la sustituta del informático, que se encuentra ya de vacaciones en su tierra natal, de las verdes montañas, de las verdes costas, de los verdes valles, en fin que se ha ido para descansar de verdad. Se ha ido y nos ha escrito un bonito mail para ayudarnos a pasar estos días, nos cuenta que ha notado cambios en su antigua residencia, que están haciendo una nueva carretera que es necesaria, pero que rompe el paisaje mucho más que la anterior, que el progreso es necesario, pero que a veces se pregunta ¿quién dictamina qué es necesario y qué no lo es?, ¿porqué y para quién es necesario llegar antes?. Nos cuenta que los tejados están todavía mojados por la fina lluvia que ha caído durante la noche, que aún se puede oler el frescor que dejan los nogales que mueve el viento allá al pasar la esquina, que parece otro continente, que a veces piensa que quizás, tal vez, emigró porque estaba harta de tanta lluvia, o quizás porque en la oposición sacó un número bajo, quien sabe, porque todo tiene un límite, hasta el placer.

“... me gusta tu cara y me gusta tu pelo,
y las uñas tan largas, y la falda de vuelo,
lo que no me gusta nada y es que siempre estás
donde hay más problemas, metida en el bar,
y cuando hay gritos en la calle, te veo pasar
y cuando llega la pasma, echar a volar,

pero no te has preguntado cuanto puede durar
ir tirando de prestado sin poder pagar...” ©

Y hoy en defensa del clima salimos nosotros, pues aunque haga calor, es normal, vivimos en el sur, estamos en verano, a tan sólo 50 Km de uno de los mayores desiertos del mundo conocido, todos los años hace calor, todos los años llegamos a los 40º, el aire acondicionado se inventó ayer, es como una nueva novia,  mis padres no lo conocen, a mis abuelos no se los han presentado, y yo no me llamo Javier. Lo malo que tiene el calor es que llega un momento en el que no podemos hacer nada contra él, pero de momento estamos en unos intervalos sostenibles, como nuestras economías..., que a estas alturas ya tenemos las cuentas en rojo fuego, fuego como el que escupe el del banco por teléfono, para avisarnos del estado de nuestras cuentas. Un rojo que produce la risa floja.

Pero volvemos al verde, a la esperanza, a la Esperanza de Triana, a la esperanza de que los días pasen deprisa.

 © Radio futura.