Día 25, Filosofía

 

Ya es martes, y falta un día menos para llegar a las vacaciones, los que quedamos aquí que aún no nos hemos ido, parecemos presos contando los días que quedan de condena, pues a veces estar aquí parece eso, una condena, no por el trabajo que hay, que casi no hay, sino precisamente por lo contrario, esto es, el aburrimiento en Fa sostenido, no hay nada peor que tener que estar en un sitio esperando que llegue la hora de salir sin nada que hacer... se pueden contar los segundos, los minutos, los tubos de fluorescente que están en el techo, los que están fundidos, y los que parpadean, se pude contar el número de puertas que tienen los armarios, el número de cajones que tienen las mesas, se puede contar el número de veces que se levanta FMGP para ir a por agua, el número de veces que Super Email suspira como si fuera la última vez... pero no por ello el tiempo se desvanece y pasa más aprisa, se me viene a la cabeza ese cuadro de Dalí en que aparece un reloj derretido, casi como todos nosotros.

 
“...hoy me quedo en casa lo de fuera no me interesa
ya saldré a dar una vuelta otro día que no llueva
cuantas flores para un ramo, cuantos versos para un poema...”©
 

Pero bueno todo no es el tiempo, también leemos bitácoras, escuchamos mp3, que parece la abreviatura de algún personaje de stars wars, que por cierto ayer se supo en su página oficial que en mayo de 2005 podremos disfrutar con su última creación, además ya se conoce el título, www.starswars.com. En fin que por momentos nos aburrimos lánguidos peces solitarios, y sin embargo en otros nos lo pasamos pipa, con esa ventana que nos abre al mundo exterior que es internet.

Somos animales sociales, necesitamos de los demás para llenar nuestros vacíos, como decía Ortega “... el hombre es él y sus circunstancias...”, y modestamente yo puntualizo, el hombre es él en la medida de la sociedad de la que se rodea, porque si te crees libre eres capaz de poder elegir quien te rodea y mandar al ostracismo, como dice mi gran maestro Colubi, al resto, precisamente ahí radica lo esencial de nuestra libertad, el poder elegir con quién y cuándo.

© Fito & Fitipaldis.