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Vida y milagros de Funcionarios Sevillanos

Este es el cuaderno de bitácora de una oficina de funcionarios situada al Sur de la Península Ibérica, del Ministerio más importante para el Estado.

Nombre:
Lugar: Sevilla, España, Spain

29.7.04

Día 26, La soledad del corredor de fondo

Últimamente estamos escribiendo en plural,  mayestático, como hace el Santo Padre, y no como lo hacía César, en su “Guerra de las Galias” que escribía de sí mismo en tercera persona para que su nombre apareciese con más frecuencia, aunque a lo mejor sí, estamos escribiendo de aspectos que en su mayoría nada tienen que ver con nuestra oficina, sólo de forma incidental, pero eso tiene que ver con lo poco que ocurre, en esta oficina donde hay dos meses de vacaciones, uno el legal, y otro el que estamos aquí en verano sin hacer nada, estamos muy pocos, y los pocos que estamos procuramos ser como el agua y el aceite, líquidos con densidades distintas que no se mezclan jamás.

Por tanto vamos a seguir con la tónica (chueps por supuesto) de días atrás y narraremos una experiencia del informático, que nos manda desde un lugar cercano a esa franja de mar que nos separa del continente africano, nos escribe que el otro día salió con su bici por la carretera que une dos localidades cercanas entre sí pero alejadas en el tiempo, mientras una sigue sumida en los prósperos años ochenta, ahora venidos a mucho menos, la otra está perfectamente montada en el AVE del turismo, y tiene numerosas urbanizaciones que permanecen desérticas durante todo el otoño e invierno, tiene numerosos negocios de temporada, y se palpa que el 90% de la población es foránea, son turistas, nacionales y extranjeros, se respira de otra manera, bueno pues que dice que pasó dichas poblaciones hasta el faro de Camarinal, punto donde dejó atrás el tórrido asfalto y se enfiló hacia Sierra Plata desde donde se ven dos continentes, nos cuenta que le pareció maravilloso poder estar tan cerca, y como tantos se dejan la vida en tan corto espacio engañados por escoria despiadada que promete el paraíso a tan sólo 14 km, -¿quién no apostaría la vida por conseguir el paraíso?- pensó en lo sólo que deben estar los corredores de fondo cuando se cruzó con un efímero atleta de verano que iba “aquarius” en mano intentando rebajar su engordada tripa de cerveza durante todo el año, pensó lo sólo que están la mayoría de todos que aunque se cruzan en sitios aislados no son capaces de devolver siquiera el saludo, nos contó que siguió hacia la cima del lugar y que topó con un tramo vertical al 23% y que ahí si que pensó en la soledad del corredor de fondo, pues para recorrer apenas 400 metros se llevó cerca de cinco minutos, que cuando logró llegar a la cima todo se desvaneció, y pudo verlo todo  con claridad...

“...And then the man he steps right up to the microphone
And says at last just as the time bell rings
Thank you goodnight now it's time to go home
and he makes it fast with one more thing
We are the Sultans of Swing…”
©

Todo el que logra una meta conoce lo que es la felicidad, ese instante efímero que dura tan sólo un segundo, el segundo más dulce y largo de ese día.

 
© Dire Straits